Sé, que quedó en el aire el final del viaje de los 10.000km para la educación.
Y siento mucho no contarlo como el resto del viaje, pero la tableta se murió en esos días y fui incapaz de hacerlo con el móvil. Y cuando regresé a casa, fue momento de inmersión total con La KoffeeCleta grande y el trabajo absorbió todo mi tiempo.
Comentaros que el final del mismo, fue como cada viaje que culmina, una auténtica pasada.
La separacion de Alex, porque nuestros caminos de regreso al hogar van en direcciones contrarias, fue emotivo e inolvidable, como todos los momentos vividos en su compañía. Es inevitable que en ocasiones le eche de menos al volver a viajar sola teniendo como tenemos tantos recuerdos juntos. Pues
una de las mejores cosas de mi vida, ha sido compartir con él

Ahora bien, dejando el momento moñez a un lado.
Me he dado cuenta que sin un ordenador, con una pantalla medianamente grande y un teclado que me acompañe al ritmo de mis ganas de contarlo todo, soy incapaz de escribir mis aventuras.
Y ahora me pasa lo mismo, estoy en el final de mi primer viaje Bikepacking de la KoffeeCleta Viajera, y aunque intente escribir mini dosis de aventura en las publicaciones del Instagram, me he dado cuenta que tengo la necesidad de contar más y me he dado cuenta también, que al final es una necesidad mía. Ninguno de esos fans incondicionales me han preguntado si iba a escribir, asi que hoy más que nunca
esto es para y por mí.
Empieza una nueva aventura y voy a intentar enlazarla y que todo este batiburrillo de vivencias y emociones tengan un hilo coherente aunque ni yo misma sepa cómo encajar cada pieza de este puzzle.
Empezaremos por el principio no? Eso seguro me ayuda.
EL NACIMIENTO DE LA KOFFEECLETA VIAJERA BIKEPACKING
Como todas las grandes cosas en mi vida comienzan con un sueño
Teruel octubre 2022
Quedada de Surya Bikepacking en Montañas vacías
Este fin de semana para mi fue increíble, de repente me veo rodeada de amigos y de otros que a día de hoy ya lo son, aunque por aquel entonces eran desconocidos.
Había un nexo de unión entre todos, Irra y Cris, nuestros amigos en común, una pareja de luchadores de sueños. Nos reúnen para celebrar Surya Bikepacking.
A parte de ellos, nos unían a todos, los mismos valores. Un ciclismo sin prisa, consciente, un pedalear los momentos desde un lugar relajado y con mucha ternura, un grupo vairopinto, es verdad, pero en el que fuimos uno.

Yo llegue desde el Valle de Loira, estaba en casa de una familia de intercambio, yo aprendía francés y ellos algo más de español. Fue allí donde vi que mi Dragona tenía el cuadro roto, donde vi truncados todos mis futuros viajes a su lado, y por consiguiente, iba a necesitar una nueva compañera de aventuras.
Y fue en Teruel, en la quedada, donde pruebo una Sombra, la marca de bicicletas de acero, echas a mano que ha diseñado y creado Pablo de BBloque para el proyecto de Surya Bikepacking. Las tienen de alquiler en la tienda para todo aquel que quiera hacer Montañas Vacías pero que llegan allí sin bicicleta.
El amor es a primera vista y desde ese momento la máquina de sueños empieza a funcionar a toda hostia y como siempre, sin frenos.

Después de mi aventura en el Valle del Loira llega una realidad diferente en los Alpes
Lo del intercambio de idioma en el valle del Loira , tenía una razón de ser, porque tuve la brillante idea de irme a trabajar a los Alpes Franceses.
Esas cosas que piensas porque los sueldos son más elevados y quieres ahorrar para una furgoneta, pues en tu cabeza está la idea de hacer más rentable tu negocio y sabes que si sales de Aínsa a alguna feria o festival, lo vas a notar a nivel económico seguro.
Es allí, entre soledad y tristeza, donde me refugio en mis viajes pasados y en los que están por venir porque mi presente se me hace algo insoportable.
Y no por el trabajo en sí, si no porque estoy rodeada del mundo esqui en una «ciudad» prefabricada para el consumismo en mitad de la montaña, donde no hay ni un árbol, ningún sendero por el cual pasear, por no haber no hay ni pájaros. Y mi vida pasa a través de las ventanas.


Los días transcurren del trabajo a casa, pero mi casa es compartida con 7 personas más, algo más jóvenes donde las fiestas están a la orden del día y mis descansos se empiezan a ver afectados y con ello mi estado anímico.
Al principio lo achacaba a la premenopausia, a un tema hormonal y que lo de llorar en mí no es tan raro, pues soy de las que vivo mis emociones y sé que tengo mucha sensibilidad.
Pero me doy cuenta que la cosa es más o menos seria cuando despues de salir del gimnasio de una clase de spinning, gran generadora de endorfinas, me veo llorando de regreso a casa, ahí saltan las alarmas.
Pero es después de hacer una videollamada con mi amiga Marta, que le enseño mis ojos para que vea unos eccemas y lo que ella me dice ver, es la tristeza en ellos, wow, la cosa es seria.
No es que siempre sea la alegría de la huerta, tengo mis momentos como todo el mundo, pero era verdad que no era normal esa mirada triste en mí. Y es ahí donde decido dejar mi trabajo un mes antes de lo acordado.
Espera espera Yoli, que ya te has pirado…. Algo fue pasando entre medias no?
Upsss si claro viene la chicha…
Bueno como os decía que rememoraba lo pasado y me iba al futuro… Pues así fue, solo que el futuro sin una bici, no era futuro. Y dado mi poder adquisitivo, no tenía muy claro si podría pagármela.
En un principio iba a comprarla en Surya, de segunda mano, pero luego de una conversación con Irra, no tenían muy claro poder deshacerse de una talla M para septiembre del 2023, que era para cuando yo la necesitaría porque no os lo perdáis, los Reyes Mágicos para ayudar a que mi estado anímico mejorase un poco, me regalaron la inscripción a una prueba no competitiva de Bikepacking en Eslovenia y era a finales de Septiembre!!

Vaya! Parece que la cosa se me complica y pienso en que igual podría conseguir un sponsor para la bici.
Empiezo a hacer un proyecto donde presentarme y hacer esa petición. Empiezo a preguntarle a amigos que opinan al respecto y después de varias conversaciones es con la última conversación que mantengo con mi amiga Iria de Soy Cicloviajera cuando digamos, que se me cae la venda de los ojos y me doy cuenta que realmente
Amo mi libertad
Y no me apetece para nada «venderme a una marca»
Pero como el proyecto ya lo tenía casi terminado, añado la última página y venga!
Os lo comparto porque no se puede quedar en el olvido con todo el curro que me dio 😉
Había que empezar a hacer malabares y pasar del sueño a la realidad
Los que me conocéis ya sabéis lo pasional que soy, pues bien, como soy fiel creyente que
𝗲𝗹 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗮rá 𝗲𝗹 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼
esta nueva compañera de aventuras quiero que vaya cargadita de él, por eso he tardado un año en tenerla conmigo.

Cada detalle, cada componente, cada bolsa de bikepacking tiene una historia detrás,
una historia que habla de amor, de cariño, de amistad
y también va de euros y de sacrificio para poder conseguirla, desde mil horas de trabajo con La KoffeeCleta hasta una temporada cargada de desequilibrios emocionales trabajando fuera de casa.
Pero estoy agradecida a cada momento vivido y estoy feliz de haberlo conseguido.
Gracias de corazón a todxs los que formais parte de esta cosita generadora de felicidad, por acompañarme en cada pedalada hacia el cumplir de mis sueños.
Y especial gratitud a Nano de Geosmina Components porque hay personitas amor detrás de la marca y él ha sido el primero en confiar en las locuras de la Yoli. Graciñas.
También gracias a Adri Bikepackid por hacer que el koffeemaletín vaya bien protegido con su bolsa hecha a mano y a medida, wow.
También por cuidar de mi mirada, por ayudarme a ver el mundo un poco más bonito y con más luz a Óptica Sobrarbe, a Miguel y Carmela, una inesperada aportación a este sueño de vida.
Y a Mario gracias por las zapas five ten, me flipan! Amigo rider muy top 😉
Si hay algo que necesita una mención aparte es
La historia de un manillar, una rueda delantera y unos pedales
Durante todo, todo, todo el verano, mis amigas y compañeras del Paseo de Artesanas de Aínsa, donde trabajo con La KoffeeCleta esos meses, han aguantado a una Yoli hipermotivada, monotema con la Sombra y sus componentes, sus bolsas, su distribución, sus dudas, sus miedos, su TODO y cada euro de cada café de ellas y de otros «amigos amor» iba a parar a un bote especial.
No quería que ese bote fuese simplemente una ayuda en forma de euros, y ya, quería que se transformase en algo importante dentro de mi nueva compañera, que de alguna manera fueran una parte importante de cada uno de mis viajes de vida y al final se materializó en
- El Manillar, que va a guiar la dirección de mi pedalear la vida
- La Rueda Delantera, que es la que va a llevarme por el buen camino por dónde vaya ella, la de atrás la seguirá
- Y los Pedales, que son el sostén de la fuerza de esa pedalada

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